Lerroux y el escándalo del estraperlo (El Gurtel de hace un siglo)
Alejandro
Lerroux fue Presidente del Gobierno durante la II República. Su tiempo en la
presidencia fue fugaz en gran parte debido al escándalo del estraperlo.
La palabra
estraperlo que hoy en día es sinónimo de mercado negro y asunto turbio es fruto
del acoplamiento de los apellidos de un tal Strauss empresario de juegos de
azar y de su socio capitalista Perle. Ambos habían ideado un juego de azar
basado en una especie de ruleta y pretendían introducirlo por Europa.
El juego
era una especie de ruleta donde la bolita pasaba por un número y si el jugador
era rápido de reflejos, podía hacer calculo mental y adivinar en que número iba
a detenerse. Pero cuando el ambiente se caldeaba y las apuestas eran grandes,
los cálculos fallaban. La máquina ya había sido prohibida en Holanda. Los dos
socios se trasladaron a Madrid para conseguir los permisos en España para
ponerla en funcionamiento.
Acudieron
al hijo de D. Alejandro Lerroux al que regalaron dos relojes de lujo uno para
su padre y otro para el Ministro de la Gobernación, no se sabe si los relojes
llegaron a su destino pero los promotores obtuvieron la licencia. La máquina
empezó a funcionar en el casino de San Sebastián, pero el gobernador civil la
prohibió en tres horas, lo mismo pasó en un hotel en Mallorca.
Strauss
escribió a Alejandro Lerroux lamentándose sobre lo sucedido y poniendo en su
conocimiento la implicación de su hijo adoptivo solicitándole una
indemnización. Lerroux ignoró la carta.
Strauss
fue con el cuento a Manuel Azaña el mayor enemigo de Lerroux.
El asunto
se debatió en las Cortes con intervención del Fiscal General del Estado y
cautivó a la prensa. El escándalo acabó con el Partido Radical pues no sólo
salpicó a Lerroux sino a toda su plana mayor y dejó muy desprestigiada a la
República.