11.-
EL SEGUNDO FRANQUISMO (1959-1975)
I. CONSOLIDACIÓN DEL RÉGIMEN.
El inmovilismo político de los sesenta
Pese a los profundos
cambios socioeconómicos de los sesenta, el inmovilismo caracterizó la política del período. No
obstante, se pueden reseñar algunos elementos nuevos:
· Alejamiento de la Iglesia y el régimen
franquista
por la renovación del Concilio Vaticano
II que propició crecientes tensiones entre los que habían sido
estrechos aliados.
· Resurgimiento de la
tensión nacionalista.
En 1959, un grupo de jóvenes abandonaron el PNV y crearon ETA, Euzkadi
ta Askatasuna, (Patria Vasca y Libertad).
·
Aumento de los conflictos laborales. Las
reivindicaciones de las huelgas fueron pasando de cuestiones laborales
(salarios, jornada de trabajo) a la petición de libertades sindicales y
políticas.
·
Auge del movimiento estudiantil en las universidades, que se convirtieron en un foco de rebelión.
RESPUESTA DEL
RÉGIMEN: siguió siendo puramente
represiva. Dos ejemplos bastan:
·
“Caso Grimau”: En 1963 un militante
clandestino del PCE, Julián Grimau, fue ejecutado por delitos cometidos
en la guerra civil pese a las protestas.
·
“Contubernio de
Munich”:
En 1962, tras pedir España la adhesión a la CEE ,
un grupo diverso (PSOE, liberales, monárquicos) del interior y del exilio se
reunió en Munich y pidió “que no se
admitiera a España hasta que no se estableciera en el país un régimen
democrático basado en las libertades políticas”. La prensa franquista
organizó una gran campaña contraria a esta reunión a la que denominó “contubernio”.
PEQUEÑAS REFORMAS de los SESENTA:
Fueron insuficientes y no cambiaron la dictadura:
·
Ley de Prensa de Manuel Fraga, que levantó algo la presión
de la censura.
· Ley de Libertad
Religiosa.
·
Forzado por su
avanzada edad, Franco tuvo que designar un sucesor "a título de Rey" siendo designado en 1969 Juan
Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII.
·
Ley orgánica del Estado (1967) que
consolidaba la monarquía, la separación entre jefatura del Estado y la del
gobierno, etc.
Violencia política,
conflictividad laboral y terrorismo.
Desde finales de los
sesenta se produjo un crecimiento de la oposición en las fábricas,
donde había renacido un sindicalismo clandestino –Comisiones Obreras- y en las universidades.
En
ese contexto tuvo lugar el primer atentado de ETA. La respuesta fue una
represión indiscriminada que provocó el
aumento del apoyo social a la banda. En 1970 se celebró el Juicio
de Burgos ante una corte militar donde nueve etarras fueron condenados
a muerte lo que desencadenó protestas internacionales. Éstas llevaron a que
finalmente las condenas fueron conmutadas. La brutalidad del franquismo
provocó que muchos entre la opinión liberal y de izquierdas no se dieran cuenta
del real significado del terrorismo nacionalista de ETA.
La
represión y la tortura fueron la respuesta. Para ello existía en las
comisarías la Brigada Político-Social y un tribunal especialmente
creado: el Tribunal de Orden Público.
Política exterior del
régimen.
En esta segunda etapa la política exterior
siguió dos líneas principales:
- Acercamiento a Europa. La dictadura llegó a solicitar el
ingreso en la CEE
y se encontró con el rechazo de las democracias europeas. No obstante, se
firmaron importantes acuerdos comerciales.
-
Fidelidad a EEUU que se convirtió en
el único valedor de la dictadura franquista a la que siempre vio como un aliado
ideológico y militar contra la expansión del comunismo.
Otros: presión sobre
Gibraltar, cesión a Marruecos del Rif e Ifni, independencia de Guinea
Ecuatorial.
II. EVOLUCIÓN SOCIOECONÓMICA
1959-1975
El Plan de Estabilización de 1959
Diseñado por los ministros
del Opus Dei, desde 1957, este plan económico fue elaborado siguiendo
las indicaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Se trataba ante todo
de liberalizar la economía, acabando con el período autárquico e
intervencionista. Se disminuyó el intervencionismo estatal a la vez que se
abría la economía al exterior,
devaluando la peseta, bajando los
aranceles y liberalizando las
inversiones extranjeras.
CONSECUENCIAS: en poco tiempo se redujo el déficit del estado y llegaron abundantes inversiones del
exterior. España inició un acelerado crecimiento económico (el 2º país occidental donde más creció el
PIB después de Japón) conocido popularmente como desarrollismo.
El “desarrollismo” económico de los años
sesenta
CARACTERÍSTICAS:
· Rápido crecimiento
industrial y del sector servicios gracias al aluvión de inversiones
extranjeras atraídas por los bajos salarios.
· Masiva emigración de
mano de obra campesina hacia las ciudades y a Europa debido al desarrollo
industrial y a la falta de oportunidades en el campo
CONSECUENCIAS:
· Superávit en su
balanza de pagos a pesar del déficit comercial
gracias
a los ingresos procedentes del turismo,
las inversiones extranjeras y las remesas enviadas por los emigrantes
en Europa.
· Planes de desarrollo:
aprobados por el gobierno para llevar el crecimiento
económico hacia zonas menos desarrolladas. Basados en ayudas estatales tuvieron un
resultado bastante inferior al previsto y no redujeron el creciente
desequilibrio entre las regiones ricas y las pobres.
· Abandono y
despoblación de amplias zonas del interior aunque la agricultura se modernizó.
En definitiva,
el desarrollismo
español se benefició de un contexto
exterior favorable de expansión mundial
y esto permitió abundantes inversiones extranjeras, una masiva
llegada de turistas y la eliminación del paro mediante la emigración
a Europa.
Los
grandes cambios sociales de los años sesenta
Tras los duros años
de la posguerra, en los que la sociedad española había quedado anclada a un
tipo de sociedad arcaica, los años sesenta presenciaron un acelerado cambio
social. Estos fueron algunos de sus principales rasgos:
· Masiva emigración rural a las ciudades
(MAD, BCN, Valencia) y a Europa occidental (Francia, Alemania, Suiza, Bélgica) de
millones de españoles. La emigración trajo la reducción del paro y las abundantes remesas
enviadas, pero también desarraigo
humano propio de toda emigración.
· Fuerte
incremento de la población.
Se redujo la mortalidad, la tasa de natalidad se mantuvo en valores muy
altos e incluso aumentó (25 mill. en 1940 y 33 mill. en 1970).
POLÍTICA
SOCIAL DEL FRANQUISMO EN EL DESARROLLISMO: Para atender las necesidades de esta
población creciente el gobierno no aumentó el gasto público lo que llevó a que
los servicios públicos fueran claramente insuficientes:
· Educación: el número de
escuelas e institutos fue muy por detrás de las necesidades de la creciente
población y la reforma educativa de 1970 mejoró sólo en parte la situación: educación mixta y obligatoria hasta los 14
años (EGB, BUP).
· Sanidad: Aunque se crearon
hospitales, la
Seguridad Social en 1963 (no era universal) y aumentaron las
prestaciones sanitarias y las pensiones, la cobertura sanitaria siguió estando muy alejada del modelo de sociedad del bienestar.
· Vivienda: El crecimiento
demográfico provocó un enorme déficit en vivienda que trató de
resolverse mediante grandes operaciones inmobiliarias en las ciudades españolas
donde se beneficiaban los constructores y empresarios. Estos nuevos
barrios nacieron a menudo sin equipamientos sociales y urbanos básicos.
La sociedad de
consumo
Pese a sus
limitaciones, el desarrollo económico propició la aparición de la sociedad de consumo en España. La
extensión del uso de electrodomésticos
(2/3 de los hogares tenían televisión en 1969), y del coche, (1/4 de las familias españolas) fueron los elementos que mejor
ejemplificaron la nueva sociedad.
La sociedad de
consumo, caracterizada por el acceso a más información y por una mayor
movilidad, trajo, especialmente entre los más jóvenes, una nueva
mentalidad que chocaba con el tradicionalismo del régimen:
· Relajación de la
importancia de la Iglesia
y laicización de la
sociedad.
· Nuevos hábitos de relación social y
nuevas pautas de relación entre ambos sexos.
· Modas, costumbres e
indumentarias
que llegaron a través del turismo.
III. LA OPOSICIÓN AL
RÉGIMEN FRANQUISTA
3.1 La República
en el exilio
Los dirigentes
republicanos huidos del país en 1939 mantuvieron un gobierno de la República en el
exilio (Méjico) tratando de mantener la legalidad surgida de la Constitución de 1931.
Sus esperanzas estaban depositadas en que la derrota de Hitler supondría la intervención
de las tropas aliadas y el fin de la dictadura, finalizaron cuando España
ingresó en la ONU
en 1955.
Comunistas y socialistas abandonaron el
gobierno que quedó compuesto sólo por los partidos republicanos de centro e
izquierda (IR, UR) cada vez más
alejados de la realidad española.
3.2 La oposición interior en la posguerra
La represión de la
guerra y la posguerra desmanteló los cuadros políticos y sindicales de la
izquierda. Las primeras huelgas en 1946-1947 fueron duramente reprimidas y la
oposición continuó silenciada.
Los partidos y sindicatos de oposición
IZQUIERDAS: Los diversos grupos se adaptaron
de diferente forma a la dura represión del franquismo y a la evolución de la
sociedad española. Mientras que el PSOE se convirtió en un partido débil
y dividido entre sus dirigentes del exilio y del interior, el PCE se afianzó como el principal
partido de la oposición con una fuerte estructura clandestina y con
una propuesta de reconciliación nacional
desde 1956. Mientras, los anarquistas y los republicanos, prácticamente
desaparecieron.
DERECHAS:
La oposición de liberales o monárquicos solo apareció al final de la Dictadura en torno a
algunos medios de comunicación (ABC).
SINDICATOS:
destaca el nacimiento en 1962 de Comisiones
Obreras (CCOO) ligado al PCE y a los cristianos de base. Su éxito se
basó en la infiltración en la
Organización Sindical. Los sindicatos
históricos, la UGT y la
CNT , apenas tuvieron presencia durante
la dictadura.
La creciente lucha de los años sesenta y
setenta
·
El
movimiento obrero, organizado esencialmente en torno a CC.OO y el PCE, pasó de las
reivindicaciones laborales a la concienciación política antifranquista.
· Los movimientos
nacionalistas se reforzaron en
Cataluña y el País Vasco donde ETA fue acrecentando su protagonismo
con sus acciones terroristas.
·
Movimientos católicos de base críticos con el franquismo:
El Concilio
Vaticano II favoreció su desarrollo y la colaboración con la oposición y el
movimiento obrero.
La
propiedad privada no constituye para nadie un derecho incondicional y
absoluto. No hay ninguna razón para reservarse en uso exclusivo lo que supera
a la propia necesidad, cuando a los demás les falta lo necesario.Encíclica Populorum Progressio, núm. 23,
Pablo VI, 1967
|
IV. LA CRISIS FINAL DEL RÉGIMEN AUTORITARIO
GOBIERNO DE CARRERO
BLANCO: Para aliviar al anciano Franco de las tareas de gobierno, en 1973, Carrero
Blanco, un militar partidario de la línea dura, fue nombrado presidente del
gobierno. El nuevo gobierno se estrenó con la organización ese mismo año de un
juicio, el Proceso 1001, contra el sindicato clandestino Comisiones Obreras donde
fueron juzgados varios miembros entre ellos su principal líder, el comunista
Marcelino Camacho.
Ese mismo día, ETA
consiguió dar el golpe más importante de su historia, Carrero Blanco fue
asesinado en Madrid. La muerte de su principal colaborador fue un duro
golpe para Franco.
La agonía de la dictadura de Franco
La avanzada edad del
dictador y la creciente presión de la oposición llevaron a la formación de dos
tendencias dentro del régimen.
· "Aperturistas" sin cuestionar la
figura de Franco, defendieron la necesidad de aplicar pequeñas reformas en un
sentido democrático y parlamentario.
· "Búnker". Aquí se agruparon
los sectores más extremistas y violentos, contrarios a cualquier cambio
(extrema derecha de falangistas y militares nacionalistas).
La vida del dictador terminó en un contexto
complejo y conflictivo:
- Enfrentamientos con la Iglesia : llegó a extremos
inconcebibles cuando el gobierno amenazó con expulsar de España al obispo
de Bilbao por publicar una pastoral defendiendo la identidad del pueblo vasco.
El Vaticano advirtió que tal expulsión significaría la ruptura del Concordato y
la excomunión de quien lo llevara a cabo.
-
“Marcha Verde”. Fue organizada por el monarca marroquí Hassan II
para reclamar el Sahara occidental
español. En el momento de la agonía de Franco, el gobierno cedió y,
violando el mandato de la ONU ,
España cedió su antigua colonia a Marruecos.
-
Condenas a muerte de
militantes del FRAP y de ETA a pesar de las protestas
internacionales.
- Crisis del petróleo
de 1973:
la inflación alcanzó cifras alarmantes y el paro
aumentó por el cierre de fábricas y el regreso de los emigrantes. Todo ello
generó gran malestar social.
Finalmente, tras una larga enfermedad, Franco murió
el 20 de noviembre de 1975.